
Estos pueden ser desde enfermedades, adicciones, separaciones, conflictos, situaciones dolorosas a repetición, sucesos trágicos, experiencias de infortunio, abuso sexual, abortos, suicidios, accidentes y diversas conductas que ponen en peligro la vida y la integridad del individuo y la familia.
A través del desarrollo y la participación en una constelación familiar, se puede restablecer el orden del amor y encontrar una solución al conflicto que quedara impreso en el alma del participante; liberando así una gran energía de sanación y permitiendo que vuelva a fluir el amor en el sistema familiar.
Es así que frecuentemente tras una terapia de constelación empiezan a sucederse cambios en las familias y personas involucradas, restableciéndose de esa manera la plenitud y el flujo normal de la vida.
Esta terapia se realiza en un taller y se trabaja en grupo o en consulta individual.
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